Sol, mar y mucho lujo. Esos son los ingredientes de las vacaciones de Jessica Bueno y su familia. Por lo que podrían sugerir sus publicaciones en las redes sociales, la modelo ha pasado un invierno larguísimo en Birmingham. Pero nada más lejano a la realidad, pues ha estado concentrada en sus estudios desde que decidiera retomarlos hace un año. Después de esforzados meses haciendo trabajos y preparando los exámenes de Protocolo y Organización de Eventos y, sobre todo, compaginarlo con el rol más duro (pero también más agradecido), el de mamá de Francisco y Jota Jr., está disfrutando de una idílicas vacaciones familiares.
Jessica ha hecho las maletas y se ha plantado en Dubai junto a su marido, Jota Peleteiro y Jota Jr., su hijo en común. Solo llevan un día, pero la ilusión le ha podido y ha estado compartiendo ya las primeras fotos de su asueto primaveral, que casi dan para nutrido álbum de fotos. Y no nos extraña, dado el frío y las nieves que han caído en la ciudad que se ha convertido en su hogar desde otoño. Aunque si hay un detalle que llama la atención es la espectacular figura de la que presume a orillas del Golfo Pérsico. Entre dunas, rascacielos y dromedarios, Jessica posa con un favorecedor biquini negro con efecto 'push up'.
La modelo ya ha regalado románticos posados con el hombre de su vida, Jota Peleteiro, que ya ha acabado los compromisos futbolísticos con su club, el Birmingham City, por esta temporada. Además, de románticas palabras desde las redes sociales, como no podía ser de otra manera, también han dedicado las primeras horas en el exclusivo emirato a hacer planes para entretener a su hijo, que se ha quedado embelesado con los animales marinos del zoo subacuático de la ciudad.
La modelo está viviendo un sueño junto a su familia justo cuando su expareja, Kiko Rivera, es noticia por el momento personal tan complicado que atraviesa. El dj parecía estar conociendo la plenitud a todos los niveles desde que naciera su hija Carlota. Sin embargo, hace dos semanas confesaba padecer depresión. Precisamente, desde el nacimiento del bebé, Kiko y Jessica habían acercado posturas y hacían gala de una buena relación.