La familia de Ángel Nieto, además de estar consternada por la pérdida de este miembro tan importante para ellos, está sobrepasada. El expiloto no dejó especificado en ningún sitio cómo deseaba que fuese su entierro y tampoco habló del tema. Ahora son los suyos los que tienen que decidir. Gelete, su hijo mayor, habla así de claro: “Jamás pensé que tuviera que organizar algo así”.
El fallecimiento, victima de un accidente de tráfico, ha cogido a todos por sorpresa, mucho más cuando el martes parecía haber mejorado. La situación empeoró de manera drástica el miércoles por la noche cuando los médicos intentaron despertarlo del coma al que le habían inducido 10 días atrás. Pero la situación se torció para siempre. Ángel fallecía el jueves en la clínica Nuestra Señora del Rosario, en Ibiza.
Esta mañana, vestido con camiseta negra, Pablo, el hijo mediano del campeón de motociclismo, hablaba a las puertas del tanatorio en el que reposan los restos de su padre. “No tenemos muchas palabras… estamos viéndolo todo. Tenemos que hacer algo aquí y en Madrid. Ya os diremos”, contaba a los medios congregados en este tanatorio de Santa Eulalia. “Ahora nos reuniremos en la comida. Pensaremos qué hacer entre mi hermano Gelete, mi madre… Todavía hay que esperar porque, al haber sido un accidente de tráfico, hay que hacerle autopsia por lo que habrá que esperar dos días”. Pablo considera, al igual que tantos que apreciaban al campeón, que se merece “una despedida a lo grande para que todo aquel que quiera pueda decirle adiós”. De hecho, se habla de un macrohomenaje, ya en septiembre y en Madrid, donde los seguidores de Nieto puedan mostrar todo su cariño.
Gelete, el mayor, llegaba minutos después al tanatorio y también se paraba a hacer sus primeras declaraciones a la prensa tras el fallecimiento. “Mi padre fue un gran tipo, un gran padre, un gran amigo y un gran deportista. Todos estamos sacando fuerzas de donde no las hay”. Además, le cuerda así. “Era un tío muy risueño, divertido, y, si me lo permitís, un cachondo y ahora estamos tratando todos de ser así”, tratando de aferrarse a esa alegría que Ángel procuró contagiar al mundo.
Aunque aún no hay nada decidido, Gelete también tiene claro que habrá, mínimo, dos despedidas. “Ahora haremos algo pequeñito para toda la gente que estamos en Ibiza, y los que han venido desde Madrid”, y, más adelante, “un homenaje bonito. A los españoles les gustará estar con mi padre”.
El mayor, en un momento de la conversación se ha roto, pues reconoce que “esta es una pérdida irreparable”, pero está convencido de “mi padre estará orgulloso de cómo lo estamos haciendo”, aunque jamás se imaginó organizando el último adiós para un inmortal.