Ariana Grande (30 años) acudía a disfrutar de la final de Wimbledon junto a su amigo, el actor Jonathan Bailey (35 años). Todo parecía normal hasta que en redes sociales los internautas empezaron a destacar un detalle en las fotografías que había pasado desapercibido. Un detalle que en las últimas horas ha tenido una reveladora explicación. Te lo contamos en este vídeo.