Larga vida al romanticismo, y a que cada uno lo exprese y lo sienta como estime oportuno. Por ejemplo, en el caso de Belén Esteban, si lo que ella desea es mostrar de manera pública la fogosidad de su relación con su chico, su Migue, pues perfecto. Eso sí, al paso que van dentro de poco sus fotos acabaran marcadas con los dos rombos…
El último alarde de amor de estos dos tortolitos, que están como locos por darse el ‘sí, quiero’ (a lo que también les decimos: menos hablar y más actuar), tuvo lugar este fin de semana cuando acudieron a la celebración de las bodas de plata de unos amigos. Y cuando hay este tipo de fiestas de por medio, a la pareja le entra unos ardores por el cuerpo que habrá quien mande hasta los niños a la cama. Cuando ellos se ponen, SE PONEN.
Belén y Miguel posaron ante el photocall de la ‘reboda’ y posaron de la manera más romántica que se les ocurrió: él echando mano al muslamen de ella, y ella con la pierna alzada presumiendo de retaguardia a lo Kardashian. Ella es nuestra Estebashian.
Recordemos que la última vez que tuvimos besos y arrumacos como para caldear el Polo Norte, fue en la boda de Tina, una de las íntimas de la colaboradora de ‘Sálvame’. Se ve que las celebraciones del amor consiguen que a ellos les suba la bilirrubina. Otra explicación no le vemos.
Belén no se anda con chiquitas, y desde hace meses nos viene advirtiendo que la próxima en vestirse de blanco será ella. ¿Hará como Dulceida y Alba y organizará un enlace sorpresa, o será más al estilo de Rocío Carrasco con 3 días de celebración de por medio? Sea como sea, no podemos esperar a verla vestida de novia (otra vez).