Con una calavera repleta de colores, de esas que tanto le gustaban a Frida Kahlo, ha celebrado Eva González su llegada al México lindo y querido de la artista. Su cometido en este viaje no es familiarizarse con la pintora surrealista, sino reencontrarse con Cayeteno Rivera, que, a principios de semana, reaparecía en los ruedos mexicanos.
Eva no pudo estar con él en ese preciso momento, pero cuatro días más tarde se han juntado en el país de las quesadillas y los tacos. El lunes, Cayetano reconocía estar como un flan ante este evento taurino tan importante para él. “Nervioso por mi reaparición hoy en La México. Espero estar a la altura. Suerte a mis compañeros. Al lío!”, el hermano de Fran llevaba desde el 14 de noviembre, junto a su cuadrilla, instalados en el país. Desde entonces, se ha dedicado a una única cosa: entrenar. Su vuelta a los ruedos debía ser sencillamente espectacular. Los pocos ratos libres que sacó los dedicó a turistear y comprar algún que otro souvenir, entre ellos, el primer peluche para su hijo: un zombie. “Primer peluche para mi hijo… Había otros más bonitos pero este sin duda es el que más gracia me hacía!! #personalidad y #caracter
#mexico”, un juguetito que compró Querétaro, cerca de la capital del país. El regalito no ha hecho mucha gracia a Eva, que le comentó: “qué cosa más fea!!! A ver cómo hago para esconderlo…”. Ahora que ya están juntos ya le puede convencer para que no lo facture de vuelta a Madrid.
Pese a la lejanía, Cayetano ha debido sentir a Eva muy cerca. Y no solo a ella. La presentadora le recordaba, antes de su vuelta a los ruedos de México, que su madre, Carmina Ordoñez, le estaba cuidando.
González, que es una apasionada de la música, una de las primeras cosas que ha hecho nada más llegar al país ha sido irse de concierto. Parece que la sevillana se está quedando prendada de la cultura mexicana y de los tradicionales altarcitos, que también ha querido mostrar a través de las redes. ¿Habrá pedido para que el embarazo siga marchando tan bien como hasta ahora?