La expulsión de Aylén Milla de GH VIP 5 puso de manifiesto dos cosas: una, que nunca hay que dar botes de alegría cuando se viste con escote pronunciado, y dos, que la historia de la suegra que odia a su yerno o a su nuera es real. Sin ir más lejos, a la argentina la suya no la puede ni ver, de hecho ni la saluda.
Si pensabas que hubo tensión en tu casa la última vez que invitaste a comer a los padres de tu pareja, seguro que no fue nada en comparación con la relación HELADORA que mantienen Milla y la madre de Marco, Viviana. La modelo jamás imaginó un recibimiento como el que tuvo anoche a su llegada al plató de GH, tras pasar dos semanas en el concurso. Ella atravesó la puerta con una enorme ilusión de reencontrarse con los suyos y se dio de bruces con una realidad que no esperaba. Mientras que Milla solo fue recibida por su amiga Agustina y un fan (¡ay!), la mujer que dio a luz a su novio permanecía sentada. Sin mover un músculo. Como si estuviera intentando librarse de un Tiranosaurio Rex.
“¿Has reconocido a Viviana?”, le preguntó Jordi, “¡No! ¡Estoy muy shockeada!” y corrió a abrazar a su madre política. MEEEC ¡Errooooor! Jamás debió haber realizado semejante movimiento, pues su suegra la recibió de la manera más fría que se ha visto en televisión. Le faltó estrecharle la mano, en lugar de abrazarla. “¿Por qué no se ha levantado a saludarla?”, quería saber Jordi, “no me parecía honesto haberlo hecho”, contestó en italiano. Y ahí Aylén sí que empezó a shockearse de verdad.
A Viviana no le pareció bien que la pareja de su vástago entrase en el concurso. Ella, como casi toda la audiencia, vio un cambio de comportamiento en el joven, que pasó de ser dicharachero, a estar mustio. Parece que tener a su novia cerca le cortó el grifo de la simpatía. Dejó el Marco de siempre para ser un ente que deambulaba por la casa con cara de acelga hervida. También cambiaron las relaciones con el resto del grupo y de cara a la audiencia, lo que puede haberle fastidiado el concurso como posible ganador.
El próximo domingo que te reúnas a comer con la familia política piensa en Aylén. Si estás incómodo o incómoda, imagínate lo que sería estar en el pellejo de la argentina…