De nuevo, Mohamed VI es protagonista de un plantón que, como viene siendo habitual en él, no tiene reparos en hacérselo a cualquiera. El monarca de Marruecos no ha dudado en alargar sus vacaciones en Gabón, una decisión que ha obligado a cancelar una cena prevista en Rabat con Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos.
El secretario de Estado estadounidense realizó la semana pasada una breve visita al país marroquí. Allí, se entrevistó con el máximo responsable de la seguridad, Abdelatif Hammouchi; el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita; y el jefe del Gobierno, el islamista moderado Saad Eddine el Othmani. En su programa se incluía una audiencia con el monarca y posterior cena, así como una conferencia de prensa con Bourita, dos citas que no llegaron a realizarse.
Según ha informado Hesspress, principal diario digital marroquí, la Embajada de Estados Unidos en Rabat justificó que estos encuentros no llegaron a tener lugar por "una incompatibilidad de las agendas", así como por "un problema de desfase horario".
Pero el soberano marroquí ni siquiera se encontraba en su país. Mientras Pompeo viajaba a Marruecos cumpliendo con su agenda oficial, Mohamed VI disfrutaba de unos días de descanso en su mansión de Pointe-Denis, en el estuario de Komo (Gabón), un enclave paradisíaco del que no quiso volver a tiempo para su encuentro. La opción que el monarca propuso fue una cita en Rabat, pero de haber sido así, el estadounidense hubiese tenido que esperar durante unas cinco horas, una situación a lo que se negó, según indican fuentes diplomáticas.
Con esta actitud, el rey de Marruecos continúa forjando su papel de "malqueda" con otros estados que se preocupan por mantener buenas relaciones con su país. Estados Unidos, por ejemplo, podría ser de gran apoyo para alcanzar sus objetivos en política exterior, ya que dispone de un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU donde cada seis meses o, como tarde, cada año se decide la suerte del Sahara Occidental, esa colonia española frente a Canarias de la que Marruecos se adueñó en 1975. Cuestiones que hacen aún más incomprensible la actitud del mandatario marroquí.
La lista de mandatarios a los que ha dejado "tirados" sin cumplir con las citas fijadas cada vez es más larga: desde el entonces primer ministro turco, Recep Erdogan, en junio de 2013; hasta el jefe del Gobierno ruso, Dimitry Medvedev, en octubre de 2017; pasando por el jefe del Ejecutivo surcoreano, Chung Hong-won, en diciembre de 2014, y los reyes Felipe y Letizia, en 2018.