La aventura televisiva de Mike Tindall ha llegado a su fin. Hace unas semanas que el marido de Zara Tindall sorprendía a todos los británicos al embarcarse en ‘I'm a Celebrity... Get Me Out Here’, un reality show británico muy parecido a ‘Supervivientes’. Entonces, el que fuera jugador de rugby ponía rumbo a Australia, en donde, sin embargo, este pasado sábado 26 de noviembre se quedaba a las puertas de la final.
Por mucho que haya luchado por darlo todo en su aventura a Australia y ha contado algunos detalles hasta ahora desconocidos de cómo es ser un miembro de la familia real británica, Mike Tindall no ha estado en la final de ‘I’m a Celebrity’ después de que se convirtiera en el octavo concursante eliminado.
No obstante, antes de verse obligado a abandonar el programa, Mike Tindall ha recibido una gran sorpresa: la visita de Zara Tindall. La nieta de Isabel II no lo dudó ni un segundo y se cruzó el océano para reencontrarse con su marido en mitad de la selva. Con un mono corto vaquero y deportivas, la royal se abrazó a él nada más verlo y se sinceró: “Te quiero, te he echado tanto de menos”.
De hecho, nada más abandonar el programa y poner rumbo al hotel, el propio Mike ha compartido un bonito mensaje en su cuenta de Instagram. “¡¡¡Reunidos!!! ¡¡¡Vuelta a la normalidad y hora de comer!!! ¡Gracias por todos los mensajes bonitos! ¡Ha sido una maravilla!”, ha escrito junto a varias fotografías, entre ellas, una en la que aparece junto a la hija de la princesa Ana antes de comer.
Mike Tindall ha mostrado su faceta más desconocida durante su paso por ‘I'm a Celebrity... Get Me Out Here’. De hecho, el que fuera jugador de la selección de rugby de Inglaterra ha contado detalles hasta ahora desconocidos sobre cómo es la vida en el palacio de Buckingham. El deportista aseguró rodeado de sus compañeros que para él no había sido ningún problema comenzar a quedar con un miembro de la familia real británica y que él baja a desayunar cuando está en palacio con vaqueros.
Además, Mike incluso bromeó sobre el hecho de que a su mujer le preocupaba más el ruido que hace al comer que la posibilidad de que hiciera algún comentario inadecuado sobre la familia real británico.