Hace unos días, concretamente el pasado 4 de mayo, Letizia (51 años) y Felipe VI (56 años) acudieron a la Academia General Militar de Zaragoza para conmemorar el 40 aniversario de la promoción del Rey con un acto en el que juró bandera por tercera vez. Un día muy especial para toda la familia que terminó con la celebración del evento en el restaurante Aura, un complejo de diseño ubicado en la zona más emblemática de la ciudad.
Los Reyes pudieron disfrutar de un evento entre cadetes, familiares de los militares y algunas de las personalidades más importantes de Zaragoza desde un emplazamiento único con vistas a su derecha a la torre del agua, palacio de congresos y la zona expo, al frente río Ebro y una arboleda que rebosa de naturaleza viva y a su izquierda la espectacular Basílica del Pilar. Una velada en la que la Reina no se quejó en ningún momento de su dolencia y de la que ha salido a la luz una foto nunca vista.
Desde la cuenta de Instagram @leonorysofiaaltezasreales, donde publican información e imágenes sobre la actividad de la princesa de Asturias y la infanta Sofía, han mostrado una instantánea inédita que hicieron a los Reyes sin que se dieran cuenta. Y es que en ña foto se puede ver a Letizia, Leonor y Felipe mientras hablan con algunos de los invitados, muy atentos a lo que parece decir la familia, ya que se ve cómo quienes salen en la escena los miran atentamente y muy sonrientes.
Pero no solo eso, en esta "recepción con bebida y una comida ya sentados", como explicó la revista 'Semana', se atisba (porque la fotografía está un poco granulada) cómo Felipe lanza una mirada cariñosa y cómplice a Letizia. "Ayer tuvimos el honor de acoger la visita de la familia real a nuestro complejo. ¡Un día memorable! Gracias por la confianza depositada en nuestro equipo. Siempre será un placer recibirles", publicaron desde las redes sociales del restaurante.
Letizia, Leonor y Felipe en Zaragoza.
Este evento privado, al que los Reyes confirmaron su asistencia después de organizarse (por lo que no pudo haber un menú más fitness como le hubiera gustado a Letizia), fue una recepción con bebida y comida en mesa. Una cita a la que llegaron en sus vehículos privados, al contrario que el resto de invitados que llegaron en autobús, y en el que sin duda se convirtieron en los grandes protagonistas."Se mostraron muy afables, cercanos con todo el mundo. Se pidió que no se hiciera ninguna distinción", contaron en el citado medio.
Letizia, Felipe y Leonor estuvieron juntos en este espacio diáfano y abierto. De hecho, el local explica en su página web que no tienen columnas para cualquiera no pierda detalle y pueda percibirlo todo desde cualquier rincón. ¿Qué es lo que degustaron todos los invitados? "Era un menú cerrado porque era mucha gente. Se sirvieron vinos aragoneses. Como platos principales había un canelón de merluza y gambas con salsa americana, además de una carrillada de cebón a la garnacha, que es una salsa de vino tinto. De postre se ofreció un único plato que era una torrija de brioche con chocolate blanco", explicaron desde el restaurante, que tiene acceso directo desde las zonas exteriores y sus paredes acristaladas permiten ver las vistas en todo momento.
La lesión de Letizia
"Se trata de un salón de 900 metros cuadrados con capacidad para 700 pax en mesas redondas y en torno a 1000 en mesas combinadas", revelan desde este local, testigo de la última velada en la que Letizia se ha puesto tacones. Y es que la Reina confesó hace unos días que sufre una lesión en la falange proximal del dedo central del pie derecho. Un contratiempo provocado por un accidente doméstico que ha complicado todavía más su dolencia de los pies.
De hecho, desde el restaurante revelaron que Letizia demostró una vez más su fuerza y su aguante, ya que sabiendo que tenía la lesión no hizo ningún tipo de petición o sillón especial para descansar y no tener más dolor. "la Reina no pidió ningún taburete ni silla. No nos dimos cuenta del dolor de pies que tenía", relataron en el citado medio.
Esta lesión se suma a uno de los grandes quebraderos de cabeza de la Reina, que sufre el neuroma de Morton, "una patología que afecta al metatarso del pie y consiste en el pinzamiento del nervio interdigital. Su aparición más frecuente es en el tercer espacio intermetatarsal, entre tercer y cuarto metatarsiano, y provoca un engrosamiento del nervio y del tejido circundante en dicho espacio", nos contó hace unas semanas el podólogo Juan Carlos García, que añadió que lo que hace es que entre esos dos dedos se produzca un dolor que suele notarse, nos reveló, "de forma unilateral (en un solo pie) y la falta de tratamiento incurrirá en el crecimiento de la lesión y, por lo tanto, en un aumento de la sintomatología dolorosa".
Preguntada a las puertas del Teatro Real, la madre de Letizia y Leonor expresó que ha sido "una mala suerte, pero esto se cura. No sabía lo que me pasaba hasta que me hicieron la radiografía". Sin duda un contratiempo por el que debería guardar reposo.
Además, aunque la mujer de Felipe VI no bailó por lo obvio, la velada fue amenizada por un grupo musical que interpretó los éxitos de ayer y hoy. Sin duda para todos los gustos. Sonó música comercial. Había un grupo de música que no era conocido. Prefiero no decir el nombre porque no cuento con su permiso", expresan.
Pero no solo eso, acompañados por un tiempo perfecto (motivo por el que la celebración se pudo hacer al aire libre), la familia real volvió a demostrar lo unidos que están y lo mucho que se quieren. Si bien en la foto puede verse ese gesto del Rey con su mujer, no cabe duda de que cualquiera de los presentes pudieron ver la gran relación que existe entre padres e hija. Y es que no faltaron en ningún momento los gestos de orgullo y de cariño entre ellos.