La casa de GH17 arde tras ver a Bárbara salvada

Todos sus compañeros la querían fueran, pero el público ha decidido que se quede una semana más

Guadalix está que arde. Se pensaban los concursantes de GH17 que la audiencia iba a votar según los intereses de la casa, y no. Como bien decía Mercedes Milá, la audiencia es soberana y ha estimado que no pueden cargarse a Bárbara de un plumazo, cuando es una de las que más juego está dando. A los demás participantes los desquiciará, pero, al menos provoca conflicto, una de las claves en un reality.

Nadie la soporta, y eso a ella parece traerle al pairo. Si nadie le habla, pues se dedicará a cultivar su mundo interior y qué sabemos nosotros, quizás a pensar nuevos vídeos que subir a su canal de YouTube… El caso es que toda la casa ALUCINÓ (de verdad sus caras eran la representación perfecta del emoji que emula al Grito de Munch) cuando la vio volver a entrar. Ella había ganado la batalla a Candelas, que se fue diluyendo aunque empezó el concurso con mucha fuerza.

Y del drama que supuso el regreso de Bárbara al drama que tiene montado Adara. La azafata en estos instantes es una mujer al borde de un ataque de nervios. Es Carmen Maura prendiendo fuego al dormitorio al tiempo que se marchita la flor que sostiene. Mejor que no le dejen ocuparse de la cocina esta semana, porque como le dé por preparar un gazpacho ‘con sorpresa’ apañados vamos… Y está así porque no comprende nada de lo que está sucediendo en su vida amorosa. Siente por Pol, y Pol siente por ella, pero los celos la nublan cuando Miguel entra en escena. ‘Su chico’ y el del peluquín tienen una gran complicidad. Se dan cariños, comparten secretos y pareciera que la afinidad entre ellos es mayor que la que Pol tiene con Adara. Y esto ella no lo soporta. ¿Es normal su actitud? Habrá quien diga que Miguel está jugando, que sabe muy bien las teclas que tiene que tocar, otros, que simplemente el modelo se deja llevar y hace lo que siente, sin preocuparse por quién puede resultar herido. La azafata y el del tupé ya se han declarado abiertamente la guerra, esperemos que no hagan lo que siempre trae consecuencias nefastas: hacer escoger a Pol.

¡Ah! Y ya hay una persona más en la casa que conoce el secreto más peludo de Miguel. El que no quiere revelar su edad se ha mostrado sin trampa ni cartón ante Bea, la reina de las extensiones. Seguro que ella lo puede entender mejor que nadie…