Con 35 años, a Carmen Borrego le hicieron una detección precoz del mismo cáncer que acabaría, años más tarde, con la vida de Carla Duval. Padecía cáncer de útero y debía ser operada cuanto antes. Tomó una decisión drástica que no solo le cambió la vida, sino que se la salvó. Hace unos días, en la inauguración de una clínica de oncología avanzada y de oncothermia en Madrid, habló sobre todo esto.