Los expertos en moda los llaman ‘track pants’ pero lo que quieren decir es que son unos pantalones de chándal de los de toda la vida. Bueno, de los de toda la vida no, porque los que ayer lució doña Letizia en su última jornada de audiencias son unos carísimos ‘pantacas’ de la firma Hugo Boss. Sport deluxe.
Los más tradicionales se han llevado las manos a la cabeza al ver a la monarca con semejante look, pero a nosotros nos gusta que continúe tan pegada a las tendencias y lo que se lleva. Le hace estar más cerca del pueblo, nos reconocemos en ella. ¿Os imagináis que solo fuera en vestiditos de cóctel? ¿Quién podría identificarse con ella? Pocas, muy pocas. En cambio, verla con prendas más asequibles, tendencias que están en todas las tiendas, desde la chandalera a la étnica, que lució hace solo unos días; o saber que le preocupa la moda, hace que se vuelva más humana y menos ajena a nuestras vidas. ¡Tiene gustos mundanos! ¡La reina es como nosotros! Os parecerá una tontería, pero todo esto funciona. Lo sabe ella, lo saben los políticos y lo saben todos los que de una manera o de otra tiene una imagen que trabajar.
Así, con su look de raso, en versión chándal 3.0, la reina saludó a los invitados a Palacio, sonrió y volvió a convertirse en noticia por su armario. Además, con este look, Letizia volvió a demostrar eso que sabe hacer tan bien: mezclar prendas caras, con otras de fondo de armario, y cadenas low-cost. Porque si los zapatos y el pantalón (protagonista absoluto del estilismo) eran de firma, Nina Ricci y Hugo Boss respectivamente, la camisa y los pendientes eran de Mango.
Donde unos ven un auténtico patinazo, nosotros vemos un éxito. Uno, porque se habla de ella, y dos porque ayer Letizia fue más REAL que nunca.