Ha sido un 12 de octubre deslucido y pasado por agua. Pero los nubarrones no han mermado un ápice la capacidad de asombro de Sofía y Leonor, que, un año más, se han convertido en las protagonistas del desfile militar pues todas las miradas han ido dirigidas a ellas. Sus padres, doña Letizia y don Felipe, han hecho partícipes a las niñas de todo lo que estaba ocurriendo, explicándoles, una vez más, el significado de todo. Especialmente interesada se ha mostrado la heredera, Leonor, que continuamente preguntaba cosas.
Las hermanas, una vez más, han ido coordinadas a la hora de vestir, y han lucido dos abriguitos iguales, pero en diferente color, en rojo para la menor, y azul marino para la mayor. La reina también ha optado por uno de sus básicos: su diseñador de cabecera, Felipe Varela. Esta vez ha lucido un vestido de manga larga, por la rodilla, con silueta lápiz en color crudo y con dibujos de hojas que trepaban por el modelo. Una creación en tweed blanco, bordado a mano en cristal y georgette negro.
Tras el desfile, los reyes se han trasladado al Palacio Real para ofrecer la tradicional recepción a diversas personalidades en el Día de la Hispanidad. Este año los reyes han estado acompañados de más de 1.200 invitados entre los que se encontraban rostros televisivos como Ana Rosa Quintana y Susanna Griso. Ha sido un verdadero día de reinas, tanto para las que llevan corona, como para las de las mañanas. Además de políticos como Díaz, Rivera o Rajoy (Iglesias declinó la invitación), por el besamanos también hemos visto a personalidades del mundo del cine como Ángela Molina, que está en Italia rodando la segunda temporada de la serie 'Furore' de la que es protagonista.
Entre saludo y saludo, Letizia y Felipe han tenido tiempo para compartir gestos de complicidad, que evidencian el buen estado de salud del que goza su matrimonio.