Quien avisa no es traidor y ayer por la tarde, en ‘Sálvame’, Alba Carrillo recibió el primero por parte de los directores. Kiko Hernández ‘espoleó’ a la colaboradora con menos antigüedad para que se mostrase más participativa y opinara. De lo contrario, su puesto podía pender de un hilo…
Ayer, Alba tuvo una tarde especialmente callada, y eso no gustó ni a sus compañeros, ni a la presentadora y, tampoco, a los directores. Kiko Hernández era el enviado para azuzarla un poco. La intención del ‘chatín’ no era otra que hacerle ‘despertar’ de su letargo y que opinara como el resto. Que se ganara su silla de colaboradora. "Hay una compañera que no sé si ha dejado de respirar. Todavía no huele... Alba Carrillo no ha abierto la boca desde que ha llegado”, decía en tono burlón. La modelo, rápida hasta en horas bajas, le contestaba así: “estoy tomando el relevo de Chelo”. La hija de Lucía Pariente también alegó que el resto de sus compañeros no le daban mucha oportunidad de meter baza, “¡habláis tanto vosotros!”, se quejó.
Y por si no tenía bastante con un azuzador, ¡otra! Paz también se unió a hacer despertar a Alba y le dijo "¿Tú sabes cuál es tu trabajo aquí?, porque a lo mejor te han dicho 'eres mona, ponte ahí". No queremos saber cómo Paz despertaría a un sonámbulo…
Ahí no acabó la cosa. Después de dar su opinión sobre María José Campanario y decir que de la gente que no le gusta no habla, Kiko le dio un pildorazo de parte de los mandamases, “a los directores no les está haciendo ninguna gracia. Yo estoy transmitiendo una información que me llega a través de un aparatito. Puede ser divertido pero no les hace gracia". Esa tarde, Alba aprendió una valiosa lección: en ‘Sálvame’, o conviertes tus problemas en el centro de la conversación, o más vale dejarlos a la puerta, no te vayan a tachar de “poco productiva”.