El juicio de Daniel Sancho (30 años) se acerca a su recta final y las informaciones que llegan desde Tailandia nos hacen respirar un ambiente extraño, con demasiadas informaciones a un lado y otro del proceso y mucha incertidumbre con las consideraciones del juez, que hace tan solo una semana pisaba el acelerador porque parecía que quería acabar pronto con su cometido y dictar sentencia antes del 3 de mayo. Un fallo eléctrico ha propiciado que la declaración del acusado y de su padre, el actor Rodolfo Sancho, se pospongan hasta el próximo miércoles, 1 de mayo, algo que, sumado al cambio de postura de la Fiscalía y otros indicios de privilegios para el imputado están cabreando y mucho a una parte de la acusación particular.
"Dificultad" para demostrar la premeditación
Desde un primer momento, la policía tailandesa sostenía sus sospechas de un asesinato premeditado, así como aseguraban que así lo manifestó Daniel Sancho en la primera de sus confesiones, algo que llevó a la acusación particular y a la Fiscalía a plantear su estrategia de cara al juicio con la convicción de que iban a poder demostrar con pruebas suficientes, - testificales e indicios a practicar en el proceso -, el delito del que luego se declaró no culpable el chef en sus siguientes declaraciones. La cosa se complicaba, todavía más, cuando el programa 'En boca de todos' conseguía hablar en exclusiva con el primer traductor que tuvo en la isla de Koh Phangan, que llegó a decir que nunca habló de asesinato, ni siquiera ese primer día, sino de la pelea y del golpe de la cabeza de Edwin Arrieta con el lavabo del baño de la habitación de hotel donde ocurrieron los hechos investigados.
En los últimos días aparecían varias noticias contradictorias, ya que por un lado había heridas "perfectamente compatibles" con ese forcejeo al que apunta la defensa y por otro había un informe forense que apuntaba a golpes en el cráneo de la víctima que responderían a una "muerte violenta", tal y como contaban en exclusiva en el programa 'Vamos a ver' de 'Telecinco'. Todo esto mientras el abogado español de la familia Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, volvía a Tailandia para testificar como persona de confianza y no como abogado penalista, aunque sí quiso aportar toda la documentación para plasmar ante el juez la terrible situación que ha venido atravesando la familia desde la muerte de Edwin.
En este escenario con tantas dudas, la hostilidad no se ha hecho esperar y si hace una semana todavía recordábamos las palabras de Marcos García-Montes, - abogado de la familia Sancho-, hacia su rival, Juango Ospina, ahora la tensión es mayor entre las distintas partes del juicio y puede percibirse también alguna fricción con los abogados tailandeses, tal y como destacaba el letrado en su última publicación en 'Instagram': "Como penalistas, no somos nosotros quienes dirigimos directamente la acusación sino nuestros compañeros de Tailandia, lo que hace que, a nuestro parecer, haya matices que tal vez haríamos de forma diferente".
Para sumar más ingredientes, en los dos últimos días hay un cambio de discurso que ha sorprendido y mucho a los medios de comunicación y también a los expertos desplazados a la isla de Koh Samui, ya que el fiscal encargado del caso, Jeerawat Sawatdichai, habría comentado el miércoles que es "difícil demostrar la premeditación", algo que destaca el diario '20 minutos', quien ha contrastado este extremo con el abogado de la familia en España, al que le parece "curioso" este cambio de opinión y que le ha hecho también a él colocarse en una postura mucho más pesimista, ya que considera que los Arrieta se conformarían con una condena por asesinato.
Los presuntos privilegios de Daniel Sancho
Juango Ospina también ha denunciado, aunque en todo momento dejando claro que se trata de sospechas, los presuntos privilegios que Daniel Sancho tendría en prisión y también en el juicio, el primero de ellos tras el aplazamiento de su declaración por el fallo eléctrico en la Corte provincial, ya que él mismo tuvo que ofrecer su testimonio en las mismas condiciones y sin aire acondicionado el día anterior a la fecha prevista para la testifical del acusado. La defensa del chef, encabezada por Aprichat Srinuel, justificaría esa solicitud alegando que se trata de uno de los testimonios más importantes de la cita judicial y al ser muchas horas, lo mejor es que se pueda hacer la semana que viene en óptimas condiciones.
Además, en '20 minutos' han podido consultar a otras fuentes del caso y cuentan que "hay personas del tribunal cercanas a la defensa de Daniel Sancho y con influencia en la corte", por lo que reclaman que ese cambio en la programación de pruebas testificales pueda responder a una voluntad del acusado para escuchar a los testigos de la defensa dentro de su estrategia antes de prestar él declaración ante el tribunal.
Otra ventaja sería la de permanecer en la enfermería de la prisión en la que espera la sentencia, porque según sus palabras al citado diario "se supone que tiene problemas de espalda, pero practica Muay thai todos los días". También le extraña, por otro lado, que el vicecónsul de la Embajada de España pernocte en la isla de Koh Samui para no faltar a ninguna de las vistas y estar al lado de Daniel en el juicio, algo inaudito para el abogado penalista, que también contaba a Lecturas todas esas "cosas extrañas" que ha percibido estas semanas.