Qué ha pasado con Eurovisión 2024: las consecuencias de la polémica participación de Israel

Israel ha estado en el foco de la polémica con su participación en el festival de Eurovisión acompañado de una oleada de críticas y denuncias por su presencia

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Israel eurovisión
GTRES

Este año el festival de Eurovisión ha sido uno de los más polémicos de su historia con la participación de Israel como principal protagonista. El aluvión de quejas, críticas e incluso denuncias no ha tardado demasiado en aterrizar sobre los miembros israelíes de la delegación. En consecuencia, son varios los países que, incluso, amenazaron con abandonar el certamen. Al parecer, Países Bajos fue directamente descalificado por una presunta intimidación a una mujer de la organización de origen israelí.

La polémica participación de Israel

Como cada año, la organización del festival de Eurovisión insiste en el carácter apolítico que posee el certamen de música, aunque esta edición se ha visto envuelta en una red de polémicas por la participación de Israel, quien se encuentra en pleno conflicto bélico con Palestina desde octubre de 2023. Durante los preparativos para la final de Eurovisión, ha sido una gran oleada de opiniones en contra de la participación de este país la que ha recaído sobre la organización. De hecho, anoche, en Malmö (Suecia), el clima fue más tenso de lo esperado.

Al parecer, todo empezó con la polémica expulsión del cantante de Países Bajos, Joost Klein, por presuntamente intimidar a una mujer de la organización israelí del festival. En consecuencia, medios noruegos señalaron que cuatro países (Irlanda, Suiza, Portugal y Reino Unido) valoraron retirarse de la competición, aunque finalmente siguieron adelante. El canal de televisión pública de Países Bajos, AVROTROS, fue claro y aseguró en un comunicado que la decisión era "desproporcionada". Tal y como ha trascendido en redes, en un vídeo de la rueda de prensa previa, se pregunta a la cantante israelí por la seguridad del festival con el conflictivo país presente en Eurovisión.

El periodista aseguraba que la cantante podía abstener a responder a la comprometida pregunta cuando Joost Klein interrumpió para insistir en que Israel diera una respuesta. La cantante Eden Golan alegó que nadie iba a correr ningún peligro porque el festival es un lugar seguro. El escenario de la gran final tampoco se quedó exento de polémica. La actuación de la representante israelí, Eden Golan, estuvo cargada de abucheos por parte de los eurofans allí presentes, aunque la organización de Eurovisión se adelantó y no tardó en emitir aplausos enlatados para tratar de ocultar los abucheos.

Más de 300 votos para Israel

Israel no recibió una puntuación demasiado alta por parte del jurado profesional de los 37 países participantes y se posicionó hasta ese momento en 12º lugar con 52 puntos. Minutos después y para sorpresa de muchos, Israel arrasó con el televoto de la audiencia consiguiendo más de 300 puntos y posicionándose entre los primeros puestos del ranking. De hecho, tal y como se pudo observar durante la retransmisión de Eurovisión, el televoto de España otorgó sus 12 puntos a Israel. El polémico país quedó finalmente en quinto lugar. Además, detrás de bambalinas también se respiraba un ambiente tenso respecto a la presencia de Israel.

Tal y como confirmó la televisión israelí, Kan, en redes sociales, la Unión Europea de Radiodifusión les solicitó que se trasladara a una sala diferente a la del testo de delegaciones. Además, durante los últimos preparativos para la gran final, varios miembros de diferentes delegaciones han denunciado que integrantes de Israel allí presentes les han perseguido para grabarles después de que pronunciaran algún gesto en relación con su apoyo a Palestina. De hecho, el periodista español Juanma Fernández denunció una situación similar en la que cuatro personas acreditadas por parte de la delegación de Israel le intentaron intimidar después de expresar "Free Palestine" tras el ensayo de la cantante israelí.

Las quejas y denuncias hacia varios miembros de la organización israelí han tenido mucho más trasfondo. La representante de Irlanda, Bambie Thug, no ha podido actuar en os ensayos porque se encontraba denunciando ante la Unión Europea de Radiodifusión las palabras amenazantes de los comentaristas israelíes sobre su actuación. Además, ni ella ni el ganador del micrófono de cristal, Nemo, de Suiza aparecieron durante el desfile de banderas a modo de protesta.

Abucheos a Martin Österdahl

Israel no fue el único abucheado durante la gran final de Eurovisión. Martin Österdahl, el supervisor ejecutivo de la UER para el Festival, recibió una oleada de pitos por parte de los eurofans allí presentes cuando intervino para repartir los puntos del jurado de Países Bajos. Los motivos que permiten la participación de Israel son claros y están vinculados a relaciones políticas, televisivas y de financiación del propio concurso. De hecho, 'Moroccanoil', el principal patrocinador del festival desde 2019 es de origen israelí. Todavía es pronto para determinar qué ocurrirá de cara a la próxima edición de Eurovisión y quiénes serán sus países integrantes, ya que algunos de los que han participado este año podrían renunciar a su puesto en 2025.