Y ahora uno de esos secretillos que quizás no debería contar pero… Estábamos el otro día Peñafiel y yo en una sala de televisión esperando nuestra salida al plató, cuando una famosísima presentadora se asomó y nos dijo: “¿podéis desalojar la sala por favor? La necesitamos para un invitado importante”. Nos levantamos algo confundidos y en ese momento se asomó “el invitado importante” protestando, “por Dios, mujer ¿cómo les dices esto a unos señores a los que respeto tanto? Me postro de hinojos antes de que ellos tengan que dejar la sala por mí”. La compañera en cuestión se puso colorada, nosotros agradecidos y él era… José Coronado.
Ah, momento, ya que estamos en la tele… ¡cómo se ha puesto Miguel Bosé con su madre! ¡no quiere que vaya al Sábado de Luxe! ¡Se va a armar!