¡La bomba! ¡Agárrense a sus asientos, que podrían caerse! Me han pedido que guarde el secreto hasta Sant Jordi, pero, pero… ¡NO HE PODIDO! Dentro de dos meses la historia de este país se escribirá de otra manera. Bueno, la historia de Letizia, que viene a ser lo mismo. Porque con sigilo, secreto, nocturnidad y alevosía, se están dando los últimos toques a una biografía de la reina.
La biografía definitiva, sin censuras, en la que sale todo. ¡El libro del primo, que nadie ha leído (yo también), se quedará corto al lado de estas revelaciones! La editorial es Debate, el proyecto lo dirige Miguel Aguilar, hijo del periodista del mismo apellido, y el autor es un mexicano que ha elaborado una profunda investigación acerca del tiempo que pasó Letizia en México. Se han realizado decenas de entrevistas y hay constancias gráficas, es un trabajo serio, riguroso y sin tabúes, al menos en la versión manuscrita. Las dudas son si enviar el libro a Zarzuela, o publicarlo tan solo en el país de Moctezuma, o mantener el secreto hasta el final y que la reina se lo encuentre ya distribuido en las librerías. Claro que esta última posibilidad ha quedado dinamitada con este artículo, qué mal me sabe.
Uno de los entrevistados es mi cuate planetario Jorge Zepeda, que fue el director de Letizia en el periódico Siglo XXI… “Era tan trabajadora que nos ponía a todos en evidencia, le encantaba lo mexicano, el tequila, los mariachis, las cantinas, el carácter… y los varones también… Se hizo novia de un periodista que trabajaba en el diario ¡estaban enamorados! Y los viernes llegaban a la redacción con su mochilita porque se iban juntos a recorrer el país durante el fin de semana, en autobús…” “Oh, como Julio e Isabel”, comenté, arrobada, cuando Jorge rememoraba esos momentos. En cada ocasión que Zepeda viajaba a Madrid, se veían, “la última vez, antes de prometerse con Felipe, me contó indignada que un periodista muy conocido, que la había entrevistado para entrar en televisión española, le había pedido sexo a cambio de enchufarla, ¡estuvo a punto de denunciarlo!” Sé el nombre de este colega/canalla, pero me lo callo… Claro que ya han visto más arriba lo mala que soy guardando secretos, o sea que el día menos pensado, voy y lo largo.