Se queja Belén Esteban de que Toño Sanchís se ha embolsado los millones de euros que ganó con los doscientos mil libros que vendió de su 'Ambiciones y Reflexiones'. “No sé ni cuánto era” ha protestado amargamente la muchacha. Pues aquí me tienes, Belén, para aclararte la situación y gratis total, de escritora a escritora. Según el medidor Nielsen has vendido, no doscientos mil ejemplares de esas memorias que salieron hace un par de años en Espasa, ¡has vendido sesenta mil! Criatura, ¿te parece poco?!Eso es una porrada de papel! ¡Pero si triplicas las ventas que suelen tener los libros del novio de la Preysler, que encima es premio Nobel! Boris Izaguirre, que escribió tu cosa, se debe haber llevado por cada ejemplar vendido el dos por ciento y tú el ocho, por lo tanto deberías ingresar 91.200 euros. Como creo que te dieron un adelanto de cuarenta mil, lo que te queda por cobrar son ¡cincuenta mil euracos! Está muy bien, querida Belén y desde aquí te animo a que no seas escritora de un solo libro como Juan Rulfo o Salinger y te pongas con el siguiente. Te espero en el próximo Sant Jordi, ahí firmando, juntitas.
Diez años ya… Se han cumplido esta semana diez años desde que murió Rocío Dúrcal. Y el mismo día del aniversario ha muerto Paco Belinchón, el viudo del descubridor de Rocío, Luis Sanz, que se fue hace un par de años. Belinchón era el heredero del todopoderoso productor y el depositario de sus memorias, tan fuertes que hasta ahora nadie se ha atrevido a publicarlas. Sanz llamaba por la noche a sus amigos para leerles los fragmentos más escandalosos, sus relaciones con Vicente Parra, la duquesa de Alba y la “China”, y no me estoy refiriendo precisamente a Isabel Preysler. Mi anécdota favorita, sin embargo, es esta: como era el director de Yo soy esa, la película en la que debutó Isabel Pantoja, tuvo que hacerle una prueba de cámara. Luego, al estudiar el material grabado, los primeros planos de Isabel, se limitó a decirle con laconismo a su ayudante, “chico, aquí hay que afeitar”.
¡Exclusiva de última hora! ¡Boda a la vista! ¿Adivinan cuál? ¡José Ortega Cano y Ana María Aldón! Llevan tres años juntos, tienen un hijo de dos años y Ortega ha decidido hacer de Ana María una mujer decente como se decía en épocas pretéritas, que ojala no vuelvan nunca. Será por la iglesia, por supuesto. Después de la lealtad y el cariño que le manifestó Ana María cuando él estuvo en prisión, Ortega cayó perdidamente enamorado, “de una forma como nunca lo hemos visto en la vida”, dicen sus amigos. La ceremonia, muy íntima, será antes de verano, por lo que es probable que casi coincida con la boda de Rociíto y Fidel, pero no hay que preocuparse, porque Ortega no tenía ninguna intención de invitar a su hijastra. ¿Qué? ¿Qué porque hablo de un torero con lo mal que me caen? ¡Un día tonto lo tiene cualquiera! (y además recuerdo cuando me contó que había rescatado a un perro atropellado, lo había llevado al veterinario y se había pasado toda la noche dándole agua con una cucharilla…)
Eh, eh, no irse, una cosa más. Algo bonito. Acabo de hablar con Alfredo Fraile, tal vez la persona que mejor conoce a Isabel Preysler, ¡adviertan que es la tercera vez que aparece en esta crónica! “La quiero mucho, se merece todo lo bueno que consigue, y no mereció lo malo, que también ha sufrido y que mucha gente desconoce”. Canta, Alfredo, canta para mí.