Aparece el sol en Madrid y la vida recobra su sentido después de tantas lluvias, tantos días nublados y tanta tontería. Es sábado por la mañana y a la felicidad que me produce el clima se le une un cierto sentimiento de melancolía: ayer por la tarde grabamos las dos últimas galas de ‘Supervivientes 2018’. Se acaba pues el programa que tantas alegrías nos ha dado durante tres meses. Dentro de poco vendrán las vacaciones y en septiembre nos meteremos de nuevo en esta rueda. Comenzará la temporada y partiremos de nuevo de cero. Porque valdrás lo que valga tu último dato de audiencia. Lo pienso ahora y me da una pereza casi olímpica. Así que voy a seguir disfrutando de las tantísimas cosas buenas que nos ha proporcionado esta edición antológica. Ganó Sofía Suescun. Creo que de forma muy merecida, de la misma manera que me hubieran parecido justos ganadores Logan, Sergio o Raquel.
Pero ganó Sofía porque la audiencia, que al fin y al cabo es la que manda, así lo decidió. Suescun tuvo unas primeras semanas imposibles, ella misma lo ha reconocido. Estuvo alterada, maleducada, contestona, sobrada y muy faltona. Pero también es justo reconocer que, gracias a ella, se pusieron en marcha diversas tramas que contribuyeron a que el reality echase a andar. Se volvió loca con la llegada de Hugo y capeó con nota la llegada de Albalá. Y hacia la mitad del concurso tuvo el olfato de rebajar la marcha y dejar que los chicos fueran cavando ellos solitos su propia tumba. Porque Sofía ha ganado el concurso porque ellos lo han perdido. Sí, ya sé que lo que he escrito es una perogrullada pero me voy a explicar. Aunque casi se convierte en finalista, Hugo tenía pocas posibilidades de alzarse con el triunfo. Primero existió gracias a Sofía, y luego se juntó al grupo de los chicos aunque no parecía que estos le aceptaran como miembro de pleno derecho. A veces daba incluso la impresión de que lo utilizaban, de que estaba a su merced. Y la audiencia no premia a tibios.
Pero a lo que iba: ¿por qué ha ganado Sofía? Porque, pese a ser unos excelentes supervivientes, ni Sergio ni Logan han convencido en el reality, que es otro de los elementos importantes del concurso a la hora de valorar la actuación de los participantes. Rosa Benito no fue la robinsona ideal, pero su discurso de ama de casa aterrorizada por el paso del tiempo conectó con la audiencia. José Luis, el ganador del año pasado, dejó seco de pescados los Cayos, pero, además, nos dejó entrar en su universo sentimental. Sin embargo, tanto Sergio como Logan han sido unos concursantes demasiado herméticos.
Recuerdo que antes de grabar el último debate le aconsejé a Sergio entre bambalinas que sonriera más y creo recordar que me dijo que no lo hacía si no tenía motivo. Sergio es demasiado desconfiado para lo joven que es. También, inseguro. Y esas dos características configuran un perfil demasiado pétreo para la televisión. Si a eso le unimos una gran timidez, el resultado es un muchacho que no conecta con la audiencia porque él mismo no quiere ofrecerle esa oportunidad. Lucha contra las emociones y evita derrumbarse en público, y eso le ha pasado factura. Necesita romperse y entender que mostrarse vulnerable no es un síntoma de debilidad sino todo lo contrario. Y en cuanto a Logan creo que bastante de lo que he escrito de Sergio también le sirve a él. Es frío en lo emocional. No conoce lo que son los nervios y marca demasiadas distancias.
Sofía se ha abierto en canal y eso conlleva tener detractores, pero también acérrimos seguidores que te apoyarán hasta el final. Mostrarse conlleva su riesgo, pero si ganas la recompensa es grande. Quizás también haya gente que diga que en ‘Supervivientes’ solo lo ganan los mediáticos. No es cierto. Recordemos que el desconocido modelo Jorge se impuso a la archiconocida Yola Berrocal. Y el mismo José Luis destronó a Alba Carrillo. Por mucho que ellos se empeñen en explicarse creo que a Sergio y a Logan les penalizó no compartir peces. En un concurso donde se pasa tanta hambre ese detalle ha quedado muy clavado en la memoria de los espectadores. Y creo también que Sofía ganó el concurso el día que se midió a Logan en la noria salvaje y ambos aguantaron más de once minutos ese potro de tortura que los cubrió de sangre y llamativas magulladuras. Hasta aquí mi reflexión sobre ‘Supervivientes 2018’.
Por cierto: Joao ha reflexionado sobre mi culo y dice que vendo mi casa y que está a punto de aparecer el amor. Vaya, hombre. Ahora que llega el verano y lo que me apetece es un buen meneo.