Le han hecho una chirigota muy asquerosa en Cádiz. No entiendo que bajo el amparo del humor se pueda ser tan cruel con una chica que pretende pasar desapercibida. Pero lo que tampoco me cabe en la cabeza es que el público aplauda cada una de las barbaridades que sobre ella se vomitan en el escenario. Puede que la madre haya metido la pata hablando tanto de Andrea pero esta tiene todo el derecho del mundo a no querer cargar con los errores de su progenitora.
Las equivocaciones de Belén son de Belén y solo de ella. Su hija no quiere participar del juego mediático de la madre y me cuesta comprender por qué Andrea tiene que lidiar con una responsabilidad que no es suya. Cebarse con ella es hacerlo con el elemento más débil. Lo de la chirigota de Cádiz, horroroso. Pero claro, como dicen que tienen gracia... Para mí, en demasiadas ocasiones, ninguna.