Varias horas después de escribir sobre Meritxell caigo en la cuenta de que Bárbara también despotricó contra mí. Me llamaron la atención sus declaraciones porque el día que la conocí estuvo encantadora conmigo y me regaló unos gemelos preciosos de Louis Vuitton. A los pocos días, supongo que arengada por sus seguidores, arremetió contra mí. Decidí no contestar para no entrar en un cruce de declaraciones pero ahora que voy a desaparecer dos semanas de España decido escribir sobre ella porque me resbala lo que suceda después. Lo malo es que ahora ya no sé qué decir. Mi cerebro la archivó en el compartimento del olvido y no hay manera de sacarla de ahí.