La noticia del fallecimiento de José María Íñigo ha pillado a todos por sorpresa. Pese a que padecía un cáncer que le había sido diagnosticado en los últimos dos años, él había permanecido en activo hasta casi el final y salvo sus más allegados, nadie conocía que estuviera enfermo. Sin embargo, ahora cobra sentido su renuncia a comentar el festival de Eurovisión, algo que notificó hace unos meses a TVE sin que se hubiera dado a conocer los motivos.
Los restos mortales de José María Íñigo, fallecido en Madrid a los 75 años, fueron trasladados al tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, Madrid, donde quedó instalada la capilla ardiente.
Hasta allí llegó su viuda, Pilar Piniella, acompañada de los dos hijos que tuvo con el periodista, José María y Pilar. Pilar, muy emocionada, pero a la vez con gran entereza, explicó que José María Íñigo, "padecía cáncer desde hace dos años, pero lo llevó muy bien. Ha muerto como él quería, mientras dormía, no se ha enterado de nada. Y trabajando hasta el ultimo día". Fue la propia Pilar Piniella la que llamó a Pepa Bueno, conductora de 'No es un día cualquiera', el programa en el que colaboraba su marido, para comunicarle la dolorosa noticia.
Su hijos José María y Pilar agradecieron en nombre de su familia todas las muestras de cariño y condolencias recibidas tras conocerse la triste noticia de muerte de su padre. "Nadie sabía nada, así lo quiso él. Ha ido sobrellevándolo estos dos años y aguantando hasta el final", dijo su hijo.