El mundo cambio el pasado viernes. Tras semanas de especulaciones y rumores, Kate Middleton (42 años) aparecía ante los medios a través de un comunicado. La princesa de Gales comunicaba el cáncer que se le ha diagnosticado y explicaba que ya había comenzado un tratamiento de quimioterapia preventiva. Las oleadas de mensajes de apoyo no han parado de sucederse. Todos los acontecimientos de los últimos meses han comenzado a cobrar sentido. Lejos de mantenerse alejados de la prensa, los príncipes de Gales no hacían más que tratar de proteger a su familia.
Emocionados, tanto Kate como Guillermo firmaban un comunicado conjunto para agradecer el apoyo. La princesa de Gales se había dirigido a la nación en un acto que muchos han calificado de valentía. Tal vez demasiado prolongado en el tiempo pero el shock que ha vivido la familia con el diagnóstico lo justifica. La princesa de Gales explicaba, incluso, cómo había comunicado su enfermedad a sus tres hijos y las palabras que les había indicado. Todo con tal de poner a la familia por delante.
Los medios británicos se apresuraban a destacar la primera pregunta que se hizo Kate Middleton cuando supo del diagnóstico. No fue “¿cómo lo voy a contar al mundo?”, sino “¿cómo se lo voy a contar a mi familia?”. A partir de entonces, tanto la princesa como, sobre todo, el príncipe heredero se veían obligados a tomar decisiones drásticas en un tiempo récord. Tres elecciones que marcarán el futuro inmediato del príncipe Guillermo.
La primera decisión del príncipe Guillermo: la Corona por encima de todo
Durante los meses en los que Kate Middleton ha permanecido de baja, han sido miles los rumores que han circulado no solo sobre la princesa. También el príncipe Guillermo se llevaba su parte. Acusaciones de supuestas infidelidades hacían que la reputación y la popularidad del heredero cayese en picado. Guillermo era el malo de la historia y no había más discusión. Se llegaba a afirmar, incluso, que Middleton no estaba preocupada por su enfermedad sino por la situación sentimental de su matrimonio. Algo que ha quedado claro que no era más que un infundio. En estas semanas, el príncipe Guillermo ha puesto la Corona por encima de su propia figura.
Guillermo ha cumplido con sus obligaciones de representación a excepción de una ocasión. Tras verle apareciendo en actos públicos con una sonrisa y dirigiéndose a los ciudadanos, el príncipe se ausentaba a última hora del homenaje a Constantino de Grecia. “Asuntos personales”, era la excusa que ponía para no acudir. Entonces, no se entendió. La relación del hijo de Carlos III con el hermano de la reina Sofía era más que estrecha. Fue la única vez en la que se le vio frenar sabiendo ahora la situación que se estaba viviendo en Kensington.
Con el rey Carlos de baja, con la princesa Kate en tratamiento y la reina Camila tomándose un respiro debido a los muchos eventos a los que había tenido que acudir, el príncipe Guillermo se quedaba como único representante en activo de la Familia Real. No ha sido hasta ahora cuando el rey ha retomado sus compromisos, en la medida de lo posible, para volver a dar imagen de fuerza y unidad de cara al país.
Proteger a su familia: la segunda preocupación del príncipe Guillermo
Si velar por la integridad de la institución ha sido prioritario para el príncipe Guillermo en estos meses, también lo ha sido la protección de su familia. El hijo de la desaparecida Diana de Gales no es proclive a explicar nada sobre la salud y la intimidad de los suyos. Una máxima de la reina Isabel II que adoptó con gusto tras el infierno vivido por su madre. Fue, de hecho, el rey Carlos quien más animó a Kate Middleton a romper su silencio y explicar, con naturalidad, todo lo que le había pasado. Y así fue.
Guillermo ha estado especialmente centrado en salvaguardar la salud de su mujer y el bienestar de sus hijos. Junto a la princesa de Gales decidían el día perfecto para comunicar la noticia. Fue el viernes por la tarde cuando ya sus hijos estaban de vacaciones de Pascua. George, Charlotte y Louis iban a tener varias semanas por delante para asumir la situación con calma y tranquilidad. Instalados fuera de Londres, la familia de Gales vive unas vacaciones lo más parecidas a las de siempre, dentro de la situación.
Es en este concepto de familia donde también caben los Middleton. Tanto los padres como los hermanos de Kate son muy cercanos a los príncipes de Gales. A ellos se les comunicó la noticia desde el primer momento y han estado a su lado tanto durante la recuperación de la operación como en el inicio del tratamiento. La cercanía del príncipe Guillermo con sus suegros y cuñados es algo que los medios británicos destacan. Un apoyo más que necesarios cuando pasan por uno de los momentos más duros de sus vidas.
La tercera decisión de Guillermo: apartarse todavía más del príncipe Harry
Tras conocerse el cáncer del rey Carlos, su hijo Harry viajó de Estados Unidos a Londres para entrevistarse con él. Un gesto que se interpretó como de cercanía a su padre aunque, posiblemente, estaba más focalizado en el futuro de la institución. El duque de Sussex se ofreció para realizar tareas de representación durante el tratamiento de su padre. Algo que Buckingham no vio necesario ni conveniente. La salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la Familia Real es efectiva y parece que irrevocable.
Ni siquiera en el homenaje a Diana de Gales coincidieron los dos hermanos. La distancia de Guillermo con su hermano es evidente. De hecho, los príncipes optaba por no comentarle nada sobre el cáncer de Kate Middleton por miedo a filtraciones. “No son de fiar”, recogían los medios británicos del entorno de los príncipes de Gales. Las entrevistas y reportajes que han hecho los duques de Sussex desde Estados Unidos son motivo más que suficiente para instalar un cordón sanitario sobre Harry y Meghan.
Pese a que muchos pensaron que esta enfermedad podría ser el motivo para una reconciliación, las informaciones que maneja la prensa no siguen ese camino. Por un lado, el príncipe Guillermo tendría más que claro que su hermano no va a recuperar su posición como miembro activo de la Corona en breve. Por otra, Kate Middleton preferiría que Harry y Meghan no viajasen a Londres para no desestabilizar su ánimo y fuerzas en estos momentos. Dos informaciones no confirmadas pero que encajan con la situación que se vive en palacio.
Los próximos movimientos del príncipe Guillermo y Kate Middleton
Este próximo domingo era una de las fechas que se barajaba para una aparición de Kate Middleton antes de conocer su estado. La Familia Real acude cada domingo de pascua a la capilla de San Jorge en Windsor para realizar una misa. Este año, ninguno de los Gales estará en allí. Tanto el príncipe como Kate y sus hijos se ausentarán de un acto que si contará con la presencia del rey Carlos. El monarca había manifestado sus intenciones pero siempre que su salud se lo permitiese. Parece que así será y podremos verle junto a la reina Camila.
Hasta el próximo día 17 de abril, cuando se retoman las obligaciones después de las vacaciones, no volveremos a ver al príncipe Guillermo. Y pasará bastante más hasta que Kate Middleton siga con su agenda. La princesa pedía tiempo, espacio y privacidad para seguir con su tratamiento que, previsiblemente, no finalizará hasta después de verano. Ahora toca dejar que los médicos sean los que decidan sobre todo.