El nombre de Teresa Bueyes suena tanto o más fuerte que el de sus célebres representados. Tras años de brillante carrera se ha convertido en la preferida por los rostros conocidos de nuestro país para que vele por sus intereses legales así, en la agenda de clientes de Bueyes nos podemos topar en la C de Carrillo con Alba, o en la P de Preysler con Isabel.
Pero su ascenso mediático comenzó con otra P, de Pajares, Andrés Pajares. El salto a la fama judicial la dio a través de los dimes y diretes del actor con su exmujer Chonchi. Teresa fue la encargada no solo de representarle sino también a su hijo, para el que consiguió 60.000 euros que tuvo que abonar la expareja de su padre por daños y perjuicios tras haberle tachado de maltratador. Una cantidad que a la letrada le pareció poca cosa, por lo que recurrió para que fueran 90.000. Ella es un hueso duro de roer.
Los éxitos se sucedían y los famosos no paraban de llamar a la puerta de su despacho. Llegaron dos amiguísimas: Isabel Preysler y Carmen Martínez Bordiú, de la que ahora no es representante legal, pero sí amiga personal.
Como buena celebridad también ha tenido sus encontronazos con otras estrellas. El más recordado fue el que tuvo con Ana Obregón, cuando la actriz y bióloga la denunció por intento de asesinato y amenezas. La abogada había defendido a una de sus exparejas, el modelo Darek, y advirtió a la rubia que no pararía hasta verla en prisión por las acusaciones vertidas.
Defendió a Natalia Álvarez cuando se divorció de Rafi Camino, a Marina Danko cuando se organizó en torno a ella un montaje, peleó por Naty Abascal y ha acudido a los tribunales siendo la voz de la familia Molina. Impresionante.
Actualmente, entre otros procesos que mantiene abiertos, vela por los intereses de Alba Carrillo en su divorcio de Feliciano López. La defiende en los tribunales así como en los platós de televisión que la requieren; y lucha para que Adela Montes de Oca sea reconocida como hija biológica de José María Ruiz Mateos, y, pese a haber recibido presiones de la familia del fallecido, ha conseguido lo impensable: que se exhume el cadáver del de Rumasa para que se le extraiga una prueba de ADN y poder cotejarlo con el de su defendida. De lo que ella no sea capaz...