La Reina Sofía planeó un verano perfecto en el que reunir a sus tres hijos y sus ocho nietos en Marivent, pero todo se truncó cuando las infantas Elena (59 años) y Cristina decidieron hacer otros viajes para no coincidir con su cuñada, la reina Letizia.
Lejos de ir a Mallorca para reencontrarse con toda la familia, la hermana de Felipe VI aprovechó que estaba en Cantabria después de ver a su padre en Sanxenxo para hacer una ruta llena de naturaleza y buena gastronomía por toda la comunidad, donde se la ha visto en varios municipios. Y es que Elena ha recorrido algunos de los lugares más bonitos y turísticos de la región como Cabezón de la Sal, Cóbreces, Novales, Santoña, Santillana y Santander.
Los planes de la infanta Elena lejos de Marivent
Según ha revelado El diario montañés, hace unos días la infanta estuvo paseando por el centro y haciendo algunas compras con un grupo de amigas íntimas por Cabezón de la Sal. Muy clásica como siempre en cuanto a su estilismo, la hermana de Felipe VI vistió un polo blanco, pantalones grises, bolso, gafas de sol y sombrero en color claro, uno de sus complementos favoritos cuando llega el buen tiempo, ya que así puede intentar pasar más desapercibida y despistar a la prensa. Eso sí, como una turista más mientras visitaba los puntos más importantes le fue imposible no ser la protagonista de la mañana.
"Un honor recibir en la ciudad a la infanta Elena de Borbón, que está recorriendo nuestra maravillosa Cantabria disfrutando de parajes como Cóbreces, Novales, Santoña, Santillana y Santander, además de la Colegiata de Santillana, el Cristo de Limpias y La Bien Aparecida", escribió Gema Igual, alcaldesa de Santander, en un encuentro que tuvo con la monarca en lo que parece ser la entrada de algún restaurante. Ahí, la hermana de Cristina, que sonríe feliz con la anfitriona de la ciudad, apostó por un look más casual formado pantalones marrones, camisa blanca y chaqueta 'sporty' rosa.
La ruta por Cantabria se ha producido después de que Elena se uniera por sorpresa a la llegada de su padre a Sanxenso. Que la infanta siente predilección por el emérito no es ningún secreto, de ahí que aprovechara su estancia en España para correr a su lado y disfrutar de unos días juntos. Aunque don Juan Carlos (85 años) lleva ya tres días en Pontevedra) no fue hasta el fin de semana cuando su hija mayor se dejó ver en la localidad gallega.
Muy sonriente, la duquesa de Lugo llegó junto a don Juan Carlos al Real Club Náutico de Sanxenxo dispuestos a pasar una agradable jornada de vela. De la misma forma que su progenitor, doña Elena lucía el uniforme del equipo formado por camisa blanca, chaleco azul marino a juego con sus pantalones, de corte recto. La infanta completaba su look con unos zapatos planos, gorra y gafas de sol. Muy cariñosa, tras saludar a todos los presentes, siguió los pasos del emérito, a quien le dedicó un cariñoso gesto al acariciarle la espalda mientras el monarca caminó con la ayuda de un miembro del equipo.
Al mismo tiempo, pero a 1.300 km de distancia reaparecía el rey Felipe en el Real Club Náutico de Palma. A la espera de la llegada de doña Letizia, Leonor y Sofía, el monarca disfrutó de una jornada en alta mar junto a un grupo de amigos. Muy lejos de reencontrarse con su hermana como le hubiera gustado que pasara a su madre, la reina Sofía.
Letizia y Cristina, un enfrentamiento que viene de lejos
Que ninguna de las dos hermanas haya querido acudir a Marivent no pilla a muchos de sorpresa. Y aunque el mayor enfrentamiento que sabemos que tuvieron con Letizia fue protagonizado por Cristina, seguro que Elena ha querido ser un apoyo para su hermana.
Lo que pocos saben es que durante las vacaciones de la infanta Cristina en Marivent (también estuvieron Pablo y Miguel) durante 2022 hubo un conflicto con su cuñada, Letizia. Lecturas.com ha podido conocer por fuentes solventes a la Casa Real que la hermana y la mujer de Felipe VI discutieron a la hora de la cena porque a la infanta no le parecía bien la indumentaria que llevaba la Reina. Después de una sesión de duro entrenamiento de Letizia (ya sabemos que la monarca es una amante del deporte en general), a la hermana de Elena no le gustó nada que su cuñada se sentara a la mesa sin haberse cambiado de ropa, unas palabras que no quiso tolerar la reina y que no dudó en contestar diciendo que ella no era nadie para juzgar cómo iba vestida, que podía llevar lo que quisiera porque estaba en casa de vacaciones, que ella estaba allí gracias a sus hijos y que si no fuera por ellos no volvería nunca más a Mallorca.