La infanta Sofía cumple 8 años convertida en uno de los miembros de la familia real más queridos. Ser la benjamina siempre le ha traído numerosas muestras de cariño por parte de todos. Su abuela, cada vez que la ve, no puede evitar comérsela a besos, y eso que la monarca emérita nunca ha sido muy dada a dar muestras de cariño en público. Y lo mismo le sucede con su madre. En esto también ha influido ser algo más tímida que su hermana, así la reina siempre está pendiente de ella, y por eso la niña no se quiera separar de su lado. El vínculo entre ambas es muy especial.
Hoy soplamos las velas de la tarta con Sofía repasando los momentos más tiernos de su corta vida. ¡Qué cumpla muchos más!
Por Conchi Álvarez de Cienfuegos