El que fuera chófer de Isabel Pantoja y Julián Muñoz, Fosky, vivió de cerca los mejores y también los peores momentos de su relación. Durante mucho tiempo ha permanecido en silencio pero ahora ha contactado con el programa 'Socialité' de Telecinco para revelar todos los secretos de una de las relaciones más mediáticas que se recuerden, y lo ha hecho sin cobrar nada.
Fosky ha relatado como fueron los últimos coletazos de la relación entre la tonadillera y el ex alcalde de Marbella. "Cuando Julián sale de prisión, quería estar con Isabel. Pero eso era inviable porque Isabel le había traicionado y le había dejado tirado como un perro. Tres días después del tercer grado, Julián estaba con un bajón tremendo. Lloraba y sufría. Soltaba cosas de la boca difíciles de entender pero cuando pasa el tiempo, las entiendes. Decía 'yo no me merezco lo que me está haciendo Isabel, que le he dado mi vida a ella, mi vida y todo lo demás".
Pero eso no quiere decir que Pantoja no sufriera en esos últimos momentos. "Isabel ha querido a Julián a su manera. Yo personalmente he encontrado a Isabel llorando, cogiendo la ropa de Julián y oliéndola. Le preguntaba qué hacía, ella se secaba las lágrimas y al cabo de cinco minutos volvía a llorar. Un día la encontré sentada en el suelo de lavandería y me dijo: 'Yo ya no puedo más. No sé cómo el corazón de Isabel y el corazón de Julián aguantaron tantos problemas"
En un momento de la entrevista, Fosky ha relatado cómo se justificaba Isabel ante todo lo que había ocurrido. "Isabel me dijo 'Fosky, mi alma, trabajando no se gana dinero'. Isabel ha sido la burra que ha mantenido a toda su familia. Y lo sigue siendo". No obstante, en la época anterior a la detención de Julián, el ritmo de vida que llevaba la pareja era desenfrenado. "A una persona le das 500 euros y le da para vivir 10 o 15 días, incluso hasta un mes. Pero 500 euros para él no eran nada" y además añade que no era Isabel quien mantenía a la pareja. "Es mentira que Isabel mantuviera a Julián. Ella lo ha podido contar a su manera pero yo he estado viviendo ahí y el que pagaba la olla era Julián".