Cuando este año se han cumplido 34 años desde que Isabel Pantoja dio el ‘sí, quiero’ a Paquirri, su boda sigue despertando interés entre los fans de la tonadillera. La prueba la tenemos en lo que se pide por una de las invitaciones a esa celebración.
Más de 1.000 personas estuvieron invitadas al enlace. Fue mucho más que el evento del año, si nos apuráis, el de la década. Se celebró en Sevilla, a las 18:30 horas, en uno de los templos con más fieles, la Iglesia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, después cena y palmas, muchas palmas que para eso era una de las bodas con más arte de las que se recuerdan. Los novios invitaron a todo el mundo, había muchos amigos y compromisos ante los que festejar este amor que se rompió de manera abrupta solo un año después. Algunas de estas personas invitadas quizás no eran ni demasiado cercanas a los enamorados, pero allí estuvieron. No se escatimó fastos. Precisamente una de estas familias, que tampoco eran allegados a los novios pero frecuentaban el mismo círculo de amistades y de salidas en Sevilla, ahora ha puesto a la venta, a través de un portal de anuncios, la invitación de la boda.
“Invitación con forma de capote de la boda de Paquirri e Isabel Pantoja”, explica el anuncio colgado por Eduardo, el actual ‘propietario’ de la misiva. "Tiene 30 años y se encuentra en perfecto estado de conservación, además está firmada por algunos de los artista que allí estuvieron. Juanita Reina, Paquirri, el Cordobés, Juan Solano (compositor y músico), Torojón, Rocío Jurado, El Caracolillo, Paquita Rico, Espartaco, Máximo Valverde”. Un documento por el que el dueño pide 1.000 euros.
Según Look, que ha podido hablar con Eduardo, los invitados a la boda fueron sus padres y él, motivado por el precio (1.500 euros) que había alcanzado otra invitación al enlace Pantoja & Paquirri, se animó a hacer lo mismo hace solo dos días.
Se trata de un artículo que puede tener un gran interés entre coleccionistas, seguidores de la figura del torero o de la artista, de hecho, alguno ya habría respondido a la oferta pero ninguno ha ofrecido la cantidad que Eduardo pide por el documento. Él lo tiene claro, “por menos no la vendo”. Y es que, ¿qué precio pondríais vosotros al día más feliz de otra persona?