Kate Middleton (42 años) no levantaba cabeza. En plena recuperación de su cáncer y sin fecha de vuelta a sus deberes públicos, la princesa de Gales y su familia, quienes también han tenido un año bastante complicado, han sufrido un inesperado y duro revés. Y es que hace unos días se levantaron con la dura noticia de la muerte a los 84 años de Tony Henman, un amigo cercano que ha sido un gran apoyo durante mucho tiempo para todos. Un gran confidente que les ha ayudado en los momentos más desafiantes.
Según 'The Daily Mail', Tony, padre de la estrella del tenis Tim Henman, falleció el pasado viernes 3 de mayo. Junto con sus padres, Carole y Michael, y su hermana, Pippa, Kate ha sido durante mucho tiempo una gran fanática de este deporte. De hecho, los Middleton conocieron a esta familia a través de su difunto vecino, Tim Billington. La hermana de este, Jane Henman, era la mujer de Tony, quien se unió junto a la madre de la princesa de Gales como pareja de dobles. Motivo por el que las dos parejas acabaron siendo amigos cercanos.
A lo largo de su amistad, los Middleton y Henman a menudo se sentaban juntos en Wimbledon para disfrutar de los grandiosos partidos que allí se disputan. Tanto que Tony y Jane asistieron a la boda de Kate con Guillermo en abril de 2011 en la Abadía de Westminster. Sin duda una unión de la que disfrutaron durante muchos años.
En el mundo del tenis, según cuenta 'The List', Tony se hizo conocido "por su naturaleza estoica y tranquila" mientras disfrutaba de los partidos de tenis de su hijo Tim, a menudo emocionantes, desde la barrera. Gracias a la fama de su hijo, Henman y su mujer tenían experiencia en cuanto ser parte de la familia de alguien en el ojo público. Algo con lo que Carole y Michael también se sienten identificados. De hecho, según cuentan en el citado medio, Jane y su ahora fallecido marido ayudaron a los padres de Kate a lidiar con las dificultades de tener un hijo conocido en todo el mundo. Está claro que esto era algo que las dos parejas tenían en común y con lo que la mayoría de la gente no puede identificarse.
Sobre Tony, la prensa inglesa explica que era "un tipo encantador". "No tenía absolutamente ningún lado oscuro. Muy, muy amigable", explican. Por eso, sin importar cuando ocurrió, sin duda la pérdida de este amigo de la familia ha sido un duro varapalo. Un trágico acontecimiento que llega en el peor de los momentos y que golpea especialmente fuerte a la propia Kate, quien sigue luchando cada día por su completa recuperación. De hecho, en los últimos años, cuando la princesa de Gales visitaba Wimbledon, se veía a Tim (hijo del difunto), que fue semifinalista en el club All-England cuatro veces, sentado junto a ella
La noticia del fallecimiento de Tony llega mientras Kate se mantiene alejada del centro de atención mientras se somete a un tratamiento de quimioterapia. Eso sí, parece que mejorando. Y es el príncipe Guillermo ha emprendido su primer viaje en el que dormirá fuera de casa desde el diagnóstico de cáncer de su mujer.
El príncipe Guillermo, lejos de casa
A pesar de que la muerte de Tony ocurrió la semana pasada, parece que Kate está mejorando notablemente. Y es que Guillermo ha estado a su lado desde el primer momento en el que supieron que ella tenía cáncer. Dejó sus deberes reales durante una temporada pero ahora se ha reincorporado y por primera vez ha pasado la noche fuera de Adelaide Cottage. De hecho, ha dormido fuera de casa para poder acudir al ducado de Cornualles para conocer el primer proyecto de viviendas para personas sin hogar y para también acudir a las islas de Scilly, donde ha visitado este viernes 10 de mayo el puerto de Saint Mary y uno de los hospitales.