El calvario de Loly Álvarez: debe 75.000 euros y podría perder su casa

Fue uno de los personajes frikis de fugaz éxito entre los que se encontraban Yurena (antes conocida como Tamara), Tony Genil, Leonardo Dantés, Paco Porras, Arlequín... Sus peleas e idas y venidas alrededor del tema 'No cambié' nos tuvieron enganchados a principios de la década de 2000, pero cayeron en el olvido.

Casi 20 años después, ha salido a la luz el drama de uno de ellos: Loly Álvarez. La peculiar artista lleva desde 2008 con problemas económicos que se han agravado hasta el punto de acabar con una deuda de 75.000 euros y con la posibilidad real de perder un chalet valorado en 270.000 euros, según ha contado a La Otra Crónica.

Clama al cielo que de un 'via crucis' que empezó en 2003, cuando Loly denunció a su expareja por malos tratos, la mayor preocupación haya acabado siendo el dinero que primero le exigió su exabogado, Emilio Rodríguez Menéndez; y después Antonio Arroyo, la persona que le prestó el dinero que necesitaba y el mayor estafador de España, con un numeroso currículum de causas penales por fraude.

Álvarez explica que lleva así desde 2008, cuando le llegan las minutas de Rodríguez Menéndez por defenderla en el caso contra su expareja. "Tengo que hacer frente una serie de pagos y a otros problemas y necesito 18.000 euros", narró al equipo de 'Sálvame', "recurro a este señor (Antonio Arroyo) que me exigía poner de garantía mi casa". Una amiga suya la quiso ayudar y le habló de un contacto, "una chica que se llamaba Clara", que ofrecía "préstamos rápidos". El préstamo fue ante notario, pero con irregularidades. "Escrituraron 45.000, aunque me dieron sólo 18.000". En garantía, Arroyo le pidió su casa, un chalet en Toledo valorado en 270.000 euros. El hecho de que fuera ante notario, hizo que Loly confiara en todo el acuerdo: "Si a mí me engañan es porque en medio de todo esto hay un notario y a mí lo que me dice el notario, yo me lo creo". Sin embargo, hubo un detalle que extrañó a Loly. "Me dan el dinero dentro de una bolsa de supermercado y en billetes de 20 euros", recuerda, "y ahora me están exigiendo devolver unos 75.000 euros".

"Alguien que por 18.000 euros, que me da hasta vergüenza decirlo, pretenda quedarse con un patrimonio valorado en casi 300.000 euros...", confiesa indignada y hundida. Álvarez se siente atrapada, porque ve que todo por lo que ha luchado y toda su seguridad ha volado por los aires en una historia que parece una auténtica pesadilla. "He tenido momentos de darme cabezados contra la pared, de acudir a urgencias con ataques de ansiedad", pero de solo hacer balance y mirar todo lo que ha sufrido y de no ver la luz al final del túnel, se rompe: "Me considero una tía muy fuerte, pero esto ha estado a punto de acabar conmigo".

El día que fue a declarar a los juzgados en contra de Antonio Arroyo vio el gran número de personas que habían acabado de la misma forma que ella por el mismo problema y no se sintió tan sola. Por eso, saca fuerzas flaqueza para luchar por su casa y tiene claro que no va a rendirse: "Yo voy a llegar hasta el final, aunque me tenga que dejar la vida en el camino, aunque tenga que llegar al Tribunal de La Haya".