Tras salir a la palestra informativa el pasado fin de semana con el anuncio de su ruptura de su todavía marido, las cosas se han puesto realmente feas para Arantxa Sánchez Vicario tras hacerse pública la petición de prisión preventiva para ella y Josep Santacana.
El hombre con el que ha compartido los últimos años de su vida, y que ahora quiere dejarle sin la custodia de sus hijos, y ella se enfrenta a un complicadísimo trago. El Banco de Luxemburgo, al que adeudan la cantidad de 7,5 millones de euros, ha ampliado la querella interpuesta hace años por alzamiento de bienes y fraude de acreedores. Ahora piden prisión preventiva para el todavía matrimonio o pagar una fianza que asciende a los 10 millones.
El banco interpuso la querella criminal en el año 2015 en el juzgado Nº 4 de Barcelona, y logró una sentencia favorable. De eso hará tres años esta primavera pero la entidad aún no ha cobrado nada de la cantidad acordada, es por eso que, tal y como hoy informa La Vanguardia, “el banco cree que la pareja ha cometido nuevos delitos y por ello volvió a dirigirse a la vía penal a finales de enero. Y esta vez les pide a ambos pena privativa de libertad”.
Los dos implicados han sido notificados a través de sus abogados por medio de un auto judicial y les dejan escasos días, solo cinco, para presentar las alegaciones pertinentes.
El calvario de Arantxa se intensifica conforme pasan las horas.