Fijaros si es una jodienda enorme cómo nos educan en esta sociedad machista que hasta cuando te acosan, abusan de ti, de tu cuerpo, de tu alma, te violan, la que se siente mal eres tú. Y vamos un poquito más allá: lo ocultamos. Nos da vergüenza.
El mundo entero se ha llevado las manos a la cabeza después de que en Hollywood se haya destapado uno de los mayores escándalos sexuales de cuantos se recuerdan. Harvey Wenstein ha producido algunas de tus películas favoritas pero, también, ha acosado a algunas de tus actrices fetiches. Por nombrar solo unas cuantas: Lupita Nyong’o, Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow… A ellas se les cayó la cara de vergüenza después de las insinuaciones de este depredador sexual; a él, ni una pizca. Continuó haciéndolo.
Resulta que este caso, que tanta polvareda ha levantado, no es un hecho aislado ni, mucho menos, remoto. Esta serie de abusos no solo se producen en la Meca del Cine, también ocurren bien cerquita, en nuestro cine sin ir más lejos. Ahora son mujeres como Aitana Sánchez Gijón ('Un paseo por las nubes') quienes dan la cara y no se callan eso que ocultaron por vergüenza, miedo o vete a saber por qué vaina que nos inculcan desde pequeñas. La que fuera presidenta de la Academia de Cine ha contado en una reveladora entrevista con Yo Dona cómo lo vivió . "Fue un intento del que salí indemne. Alguien, cuyo nombre no recuerdo, me citó en un hotel para hacerme una supuesta prueba. Subí a esa habitación, no había cámaras ni nada, me dijo que la prueba me la haría otro día pero que quería estudiar ángulos de luz. Empezó a tocarme la cara, a colocarme el cuerpo y a aproximarse mucho. Me sentí fatal y me fui".
La misma entrevista recoge la durísima situación a la que se tuvo que enfrentar Carla Hidalgo (‘Muertos de Risa’) con un “un actor, director y productor español muy conocido". De nuevo, y al igual que Sánchez Gijón, no da nombres. "Durante un viaje, al entregarnos la llave de la habitación, la recepcionista se refirió a nosotros como 'Señores de....' Yo respondí que había un error y él me cogió del brazo y me susurró: 'No me montes el pollo y sube a la habitación'. Le miré y dije: 'No, quiero una habitación para mí'. Y el insistió: 'Sube, coge la maleta y podrás irte'. Me dijo riendo: 'Podemos dormir juntos, y te haré de todo'. Cuando iba a salir me dijo: 'Si te vas y no te acuestas conmigo me voy a encargar de que no trabajes nunca más". La carta del miedo. El miedo a no tener opción. El miedo a no poder elegir qué queremos. El miedo a no poder desarrollar nuestras carreras.
Muchas veces, a estas situaciones hay que sumar el factor desconocimiento. A veces una es nueva en un mundo que no sabe cómo funciona. Se engaña pensado que eso es normal, cuando perfectamente sabemos que no lo es. Así le pasó a Maru Valdivieso (‘Los amantes del círculo polar’). "Me sentí culpable mucho tiempo. Pensé que tendría que haberme ido de allí en el primer minuto, cuando me enseñó el dormitorio. Y a la mierda la película. En ese momento de mi vida no tenía claros los límites. Ahora sí".
Leticia Dolera ('Requisitos para ser una persona normal'), que además de por su trabajo como actriz y directora, destaca por su faceta feminista denunciando, precisamente, las desigualdades con las quea diario nos topamos las mujeres ha escrito sobre lo que le tocó vivir cuando solo tenía 18 años en El Diario. “Siento una mano en el pecho, en MI pecho, juraría que en mi teta derecha. Bajo la mirada para ver de dónde ha salido esa mano indecente, es de hombre”. El hombre al que se refiere es el director de la película que acababa de rodar. Ella no denunció, trató de no darle importancia como habríamos hecho muchas en su situación. De nuevo, el miedo, la culpa, la vergüenza.
La última que ha confesado que fue víctima de acoso ha sido Bárbara Rey. Desde una entrevista en el portal Vanitatis, la exvedette ha declarado que, cuando apenas tenía 20 años, un director se sobrepasó con ella hasta el punto que tuvo que abandonar el rodaje. Asimismo, también se ha referido a un episodio similar en TVE pero, de nuevo, no pasó por el aro, y consiguió seguir trabajando.
Terrible ha sido también la confesión de la actriz norteamericana de padres españoles Paz de la Huerta, conocida por su papel en la serie 'Boardwalk Empire'. Paz ha sido la última en admitir que también ha sido víctima del depredador sexual Harvey Weinstein. Según su relato, el productor la habría violado dos veces.
Pero vergüenza deberían provocar las muertes machistas a las que se llegan a través de una educación machista que pasa la mano y hace oídos sordos a todas estas cosas. Que nos llama exageradas. Una educación vetusta, apolillada, rancia. En mi casa, cuando una cosa está así de raída, como lo está el sistema en el que crecemos, la tiramos. Estrenamos una nueva. Que haya quien se empeñe en remendarla, cuando, a la vista está que no es más que jirones, solo me hace temer una cosa, ¿esperan que seamos nosotras también las que lo zurzamos, verdad?